Consejos para aprovechar al máximo el tiempo de estudio en casa.
«Mi hijo vaya si estudia: se pasa toda la tarde encerrado en su habitación y no sale ni para coger un vaso de agua». Bien, puede que sí esté sacando partido a ese tiempo de encierro, pero también es posible que lo esté perdiendo miserablemente. Por ejemplo, si estudia tumbado en la cama, con el teléfono móvil en la mano recibiendo mensajes sin parar, la música de reguetón sonando a tope y los apuntes desordenados y esparcidos por el suelo… no está utilizando la mejor de las estrategias. Tampoco es garantía de que esté aprovechando el tiempo si simplemente está sentado en la mesa de estudio, con todo el material de trabajo dispuesto, pero la mente vagando por el espacio exterior. Si no está concentrado, ya puede tirarse horas ahí sentado que no le va a servir de nada.
Sacarle partido al tiempo de estudio pasa por diseñar una buena estrategia que cuide todos los detalles: el dónde (lugar de estudio), el cuándo (todas las tardes, por ejemplo), el cuánto (se refiere al tiempo suficiente para el nivel educativo y características individuales), el cómo (siguiendo siempre un método efectivo de estudio) e incluso el por qué (sin motivación no hay rendimiento). Invertir algo de tiempo en analizar y mejorar el método de estudio es fundamental para alcanzar un óptimo rendimiento escolar. Sin embargo, no siempre es tarea fácil convencer a un niño o adolescente de que mejore su método. Es probable que ante nuestra insistencia nos responda «eso es una pérdida de tiempo», «yo ya sé de sobra estudiar», «así, con tanta planificación y tanto esquema, tardo mucho más». Les cuesta ver que en realidad se trata de estudiar (y rendir más) en menos tiempo.
Para empezar a superar resistencias, se les puede invitar a reflexionar sobre los siguientes 25 puntos clave, que les ayudarán a ver en qué pueden mejorar su organización. Aquellos puntos que aún no han logrado, pueden plantearse como objetivo para este año escolar.
• En casa tengo un lugar de estudio bien acondicionado (mesa organizada, silla cómoda, estantería con el material necesario) y fijo, ordenado y con buena iluminación.
• Mi mesa de estudio está alejada de distracciones (no hay ruidos ni interferencias constantes por parte de otras personas).
• Cuando estudio dejo fuera de la habitación o mantengo apagado el teléfono móvil y otros dispositivos que me puedan distraer (tableta, consola, televisión…).
• No necesito que mis padres estén detrás de mí para sentarme a hacer los deberes o estudiar (no soy de los que remolonean).
• Me siento a estudiar cada día más o menos a la misma hora.
• Siempre tengo claros los deberes y trabajos que tengo que hacer y los exámenes que están programados, porque lo apunto en mi agenda.
• Suelo acordarme de traer todo el material que necesito (libros de texto, libretas, material complementario…).
• Planifico cada tarde lo que voy a hacer: el tiempo que voy a estar estudiando, los descansos y la hora a la que espero acabar.
• Tengo el material de estudio organizado y clasificado en carpetas o libretas, con una buena presentación (márgenes, letra legible…).
• Si necesito apuntes o saber los deberes que hay porque he faltado a clase, me encargo yo mismo de preguntar a algún compañero.
• Dedico alrededor de una o dos horas diarias al estudio, dependiendo de si hay exámenes o no.
• Utilizo técnicas activas de estudio que me mantienen concentrado: apunto dudas, resuelvo problemas, subrayo palabras clave, señalo con asteriscos, uso rotuladores de colores…
• Tengo facilidad para encontrar las ideas básicas de lo que leo.
• Si hay un concepto que no entiendo lo consulto y resuelvo la duda antes de seguir adelante.
• Suelo terminar de hacer todo el trabajo a la hora prevista.
• No necesito meterme atracones el día antes del examen, ya que no lo dejo todo para el último día.
• Durante el tiempo que estoy en mi mesa de trabajo, aunque haga algún pequeño descanso, en general no pierdo la concentración.
• En clase estoy atento a las explicaciones y participo activamente (hago preguntas si no entiendo algo, tomo apuntes, participo en los debates, trabajo duro para resolver los problemas de Matemáticas, etcétera…).
• Utilizo un buen método de estudio con cinco pasos básicos, sin olvidarme de ninguno:
- Leo
- Subrayo
- Esquematizo
- Memorizo
- Repaso
• Organizo el tiempo de estudio y los repasos antes de los exámenes y no me cogen por sorpresa las fechas de entrega de trabajos.
• Ante la preparación de un examen, tengo claro el tipo de examen y los criterios de evaluación del profesor (práctico, oral, de desarrollar…).
• La noche antes del examen descanso lo suficiente.
• Cuando me entregan el examen corregido me fijo en las preguntas en las que he fallado para no volver a cometer los mismos errores.
• En general me encuentro en buena forma física (en cuanto a alimentación, ejercicio y descanso) y psíquica (en cuanto a bienestar emocional y control de la ansiedad).
• Considero que le saco partido al tiempo que les dedico a mis estudios.
Artículo original:
Comments